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Nuestra Historia

TRAP SRL comienza sus actividades en 1994. Desde el comienzo, y así lo dejamos plasmado en la visión de la empresa, nos propusimos trabajar sobre la base de la excelencia. Nos propusimos ser reconocidos por la calidad de nuestros rodeos y por nuestros modernos métodos en el manejo empresarial.

Nos concentramos en rodeos Angus y fuimos incorporando genética de las mejores cabañas del país. Fuimos los primeros en certificar la calidad de nuestros procesos de cría a través de certificadoras internacionales. Practicamos la trazabilidad de nuestros rodeos cuando el tema solo se trataba a nivel disertación en congresos.

Como empresarios comprometidos con un programa sustentable medimos nuestro éxito no solo por los resultados económicos de un año sino con una visión de más largo plazo. Estamos convencidos que la ganadería puede ser un negocio de una rentabilidad comparable a la agrícola y que, si el país se desarrolla, el consumo de carne vacuna seguirá creciendo.
Sumado a esto el desarrollo de los países del sudeste asiático, creemos que la ganadería argentina tiene un mercado por demás interesante y que para poder aprovecharlo es absolutamente necesario aumentar la cantidad y la productividad del stock ganadero.

Lamentablemente nuestro país ha carecido durante muchos años de políticas de estado para nuestro sector, que contribuyan al crecimiento de la nación y estamos acostumbrados a que cada nuevo gobierno se dedique como primera medida a destruir lo que hizo el anterior. Pero para nosotros eso no vale como excusa. Somos conscientes de nuestra responsabilidad social y para poder cumplir con esa responsabilidad hay que tener modelos exitosos.

En nuestra empresa realizamos una ganadería de ciclo completo que comienza con la cría de un rodeo Angus de 2000 vientres. El 50% del destete hembra se destina a madres, ya sea para nuestra propia reposición como para la venta como vaquillona preñada. El resto del destete se recría en campos propios sobre pasturas y verdeos hasta alcanzar el peso de planificado de encierre. A partir de ese momento los animales son confinados en corrales de engorde con piso de hormigón durante 90 días hasta alcanzar la condición ideal de faena.

Nuestro modelo está orientado a la excelencia y al crecimiento. Nos imaginamos un país donde el consumo interno crece porque a la gente le va bien y consume más carne. Nos imaginamos un país que produce no solo lo suficiente para satisfacer la demanda interna sino exportar a mercados cada vez más exigentes y dispuestos a pagar por la calidad de la carne argentina.

Con ese objetivo trabajamos todos los días.

Somos conscientes del impacto ambiental que la ganadería en general y el encierre en corrales en particular tiene, si no se encara de manera responsable.  Por esa razón, nuestros corrales de engorde poseen piso de hormigón y los purines son recolectados diariamente de manera mecánica con el fin de procesar el 100% de los efluentes en un Biodigestor que entrará en funcionamiento en el primer semestre de 2018. Este Biodigestor producirá gas metano que se utilizará para la generación de energía eléctrica y como subproducto Biofertilizante que contribuirá a mejorar los nutrientes del suelo potenciando los rindes de producción. De esta manera estamos reduciendo considerablemente el impacto ambiental de la ganadería y contribuyendo a alcanzar las reducciones de Dióxido de carbono que Argentina se comprometió a alcanzar en el marco del Acuerdo de Paris.

Este nuevo emprendimiento productivo está pensado como la base de desarrollo de un nuevo negocio de agregado de valor en destino y abre las puertas a nuevos procesos de transformación industrial a partir de las materias primas de la actividad agropecuaria.